¿Por qué?
Porque sí.
Porque ya lo dice la canción de Estopa, "tan normal y tan extraña".
Por esa sonrisa, la de verdad, la que hace que arrugues la nariz.
Por las locuras.
Por el camino que hay hasta tu casa.
Por los Phoenix-Quesería.
Porque nunca tengo prisa si lo que hago es esperarte.
Por las negociaciones, tanto las exitosas como las fallidas.
Por el sonido de tu risa.
Por mis nervios.
Por tus manías.
Por ti.
Podría seguir, extender esta pequeña lista más y más, pero creo que lo he dejado bastante claro. Lo gracioso es que no estoy seguro de querer que ésto lo lea nadie, pero supongo que da igual, necesitaba escribirlo. Y ¿dónde mejor que en mi blog, cuya existencia conoce muy poca gente y que casi nunca es visitado?
Así pues, esa otra persona no me puede caer bien. ¿Es una actitud infantil e irracional por mi parte? Sí. Pero tengo mis motivos. Algunos de ellos están escritos un poco más arriba.
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