Me hace feliz. Me dibuja sonrisas en la cara. Eso, eso es difícil de dibujar, y no los garabatos que yo hago. Gracias, a la vida, al destino, a filología, a lo que sea, pero gracias por ella. Y gracias a ella, por todo lo que hace.
Ya está, ya vuelvo a escribir una entrada (pequeña) solo para esa gran personita... pero se las gana a pulso. Estas, y más.
Para cuando lo leas, que sé que lo harás, te quiero. Que lo sepas. Y necesito que llegue ya ese día 18, como la Tierra Prometida, para tener tiempo para ti, porque tú eres la mejor forma de emplear mi tiempo.
(Y sí, son ranitas).
:)
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