martes, 10 de diciembre de 2013

Rebienvenida.

Hace muuucho que no escribo, y eso está muy mal, querido blog. Tengo que ponerte al día, pero es tarde por hoy, así que te vas a tener que conformar con este poquito, y es que después de más de año y medio sigo aprendiendo cosas sobre mi increíble novia. ¿Qué será esta vez? te preguntarás.
Que me gustaría contarte ahora, aunque es algo que viene pasando desde que estoy con ella, que Esther hace que suspire de amor. Convertir un concepto en teoría triste o melancólico en una sensación de felicidad extrema no debe ser gran cosa para ella, teniendo en cuenta que es tan genial que probablemente hará cosas así cada cinco minutos, pero para mí es algo muy grande. Para que veas, querido blog al que intentaré no abandonar tanto de ahora en adelante, que cuando digo que ella me enseña lo que es la felicidad puede parecer que exagero, pero no es así. Literalmente me lo enseña cada día. Y yo tan feliz de aprender sus lecciones.
Buenas noches!

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