domingo, 14 de octubre de 2012

Mucho que decir.

Como dice el título, llevo un tiempo teniendo bastantes cosas que bloguear. Pero entre que no he hallado el momento y que tampoco me encontraba inspirado, lo he ido dejando pasar.
Pues bien, ya han pasado varios días, he podido asimilar todo bastante bien, mente fría... Todo eso. Y tengo ganas de hacer un resumen de todo lo acontecido este jueves pasado.

ADVERTENCIAS IMPORTANTES, WARNING, PELIGRO, WI WI!!:

Se dispone Ud. a leer un texto con una expresión escrita bastante pobre. Tengo mucho que escribir y no voy a esmerarme en las formas. También es muy posible que se den altas dosis de moñez, nocivas para diabéticos. Siga leyendo bajo su propia responsabilidad.

Pues bien. Jueves. Vamos a clase, todo bien, todo perfecto. Todo el mundo (sobre todo mi querida Esther) me había dicho que íbamos a salir por la tarde, así que pospuse una merienda con mis abuelos por ello. De ahí que esperase que mis amados filólogos quedasen conmigo.
Cual fue mi sorpresa cuando todos se empiezan a embajonar diciéndome que no pueden venir (en caso de An y Estrella era verdad, lo siento chicas :( mañana os doy EL abrazo). Que si se van al pueblo, que si salen con otras personas, que si se quedan con los del piso...
Total, que yo creía que mi tarde iba a ser de tranquileo con Esther en casa (ojo, tampoco es ningún martirio eso), así que me eché a dormir.
A las 17:40 o así me despierta Álvaro, preguntando por el móvil de Esther. Diez minutos más tarde, aún amamonado perdido por la siesta, entra dicha bellísima señorita en mi casa y sale rauda y veloz hacia el balcón. La sigo. Y lo que me encuentro, ¡lo que me encuentro!
Una selección de las mejores personas que te puedas echar a la cara (rollo los vengadores, pero en amigos) cantando cumpleaños feliz mientras sujetan un cartel enorme. Yo, medio zombi como estaba, me limito a sonreír como un bobo y bajo al encuentro de esas grandísimas personillas. Llego abajo y no para la cosa. Abrazos, muchos abrazos. Un regalo. Akssjkd un regalo. Un cómic de Batman. Hostia, de los autores que me gustan. Akdjskdjdkj. Otro. ¿¡Más!? Sip. Empiezo a quitar papel. Sigo quitando papel. Continúo. Sigo. Avanzo un poco más. Más papel. Papel, papel, papel. Sigo. Hasta que 82839280 horas después llego a un paquetito. Lo abro y...
ASJKDHSB. (Se me escapa un grito) ese juego con el que llevo petando Twitter así como medio año? Pues eso. Joder, qué pasada. Casi me atraganto dando las gracias con un hilo de voz (cosas de llevar 20 minutos consciente) y sigue sin acabar ahí la cosa.
Al coche de Esther, vendado por Elisa.
Vamos a EL sitio. Llegamos, venda fuera. Laser Tag. Ahskdhshdfj. Nos esperaban ¿casi dos horas? de pegarnos tiros entre música épica, carreras, heridas de guerra (rodillas y en algunos casos, caras) y muchas risas. El Gangnam Style fue el momentaso. Sonia y Stefan no vuelven a compartir equipo, que son los mejores, he dicho. Fotos, planes exprés y para Sevilla. Al final fuimos casi todos :D
Cena en el BK (un clásico), Alameda, y chupitos y copas en el heavysitio. Para ponerle el broche a un día redondo/ todo termina con Manu y yo acompañando a las guapérrimas Marina y hermanas Márquez a sus casas y cayendo víctimas del hastío mientras nos dirigíamos al Ghetto. Gueto. Como se escriba.
Comentamos el día, admiré mis regalos cual Gollum con su tesssoro.
Y ahora no puedo hacer otra cosa que daros las gracias, a todos y cada uno de los que hicisteis de ese día algo tan especial, los presentes y los que no pudisteis estar, a quienes eché muchísimo de menos.

Menciones especiales para esa patata que estaba pocha y así y todo vino y le dio cobijo a la pequeña grandísima valensinera; para el carlino que me hizo un dibujo de los supermúsicos (e.e) y que me acogió en su piso; para esa mi cuñada que se hartó de matarnos en el laser tag; para los amigos old school, siempre presentes; para los conductores sin cuyos coches a saber como se hubiera hecho todo eso; para esas amigas que aportaron distracciones para que no me diese cuenta de lo que se cocía, vendajes en los ojos, direcciones para el pobre ciego, tiros, risas, y mucha belleza para todos (guapas!); y por supuesto, para mi Esther, por todo el estrés que le supuso no sólo organizar sino conducir, por toda su implicación en el día, por quererme tanto, por lo muchísimo que yo la quiero y por ser la mejor novia de la historia.

Podría seguir hablando, pero esta se ha convertido ya en mi entrada del blog más larga, y sé que muchos hace rato que se aburrieron y dejaron de leer (xD) así que lo dejaré aquí. Muchas, muchísimas gracias a todos y todas, de verdad, sois muy grandes, y por más que os diga/escriba/telegrafíe/señalice no es posible expresar lo especial que fue ese día para mí y lo queribles (adorables está pasado de moda) que sois.
Sintiéndolo mucho por el tochaco, aquí se despide el hámster. Besos para todos.
PD: en realidad no siento el tochaco, es lo que hay.
PD2: os quiero. De verdad.
PD3: gracias.

1 comentario:

  1. Bueno, pues decirte que fue todo un honor despertarte de la siesta y hacerte pasar un día tan chachi, como compensación a todas las veces que tú has hecho de días vulgares los más divertidos y delirantes del mundo. Y que mereció la pena empochecerse un poco más (añadiendo esas magníficas agujetas a mi preciosa y tuberculosa tos) con tal de hacerte pasar un día tan guay, porque te has convertido en una gran persona en mi vida (y creo que en la de todos) en un año (!!) (no sé si es poco o mucho, pero me da igual).
    Y nada más, rudo golpe en el brazo tras tanta mariconada para que no perdamos virilidad.

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